comestibles marina
"Tejiendo el tiempo"
Las agujas son fieles compañeras en las horas de soledad.
Cada vuelta tejida es un abrazo y un guiño a la felicidad
Las manos de Marina me otorgaron el I premio en el concurso contra la soledad no deseada que el Ayuntamiento de Ponferrada organizó en 2021 en el marco del Proyecto Faro. Con la foto quería plasmar cómo el tejer ayuda a las mujeres a hacer frente a muchas de las horas de soledad a las que la madurez debe hacer frente.
Hace 50 años que Marina regenta la tienda de comestibles que se encuentra en los bajos de mi edificio, a los que hay que sumarle 12 años de experiencia previa en su pequeño pueblo gallego. De sus 83 años, 62 han sido de cara al público, vendiendo y elaborando productos para el ponferradino barrio de El Temple.
Pero comestibles Marina, no es un lugar cualquiera, sin horario comercial que respetar, sin cierres los fines de semana y festivos, ella ha hecho de su local, además de su trabajo, su vida.
Para el barrio, ella es una referencia, pero sobre todo lo es para las mayores. Mujeres que han visto además de como el tiempo acariciaba las hendiduras de su rostro, envejecía las estanterías y caducaba los productos no vendidos.
Comprar en la tienda es toda una experiencia, la entrada te da la bienvenida con una gran televisión y varias sillas donde cualquier invitada puede compartir sesiones maratonianas de novelas o fútbol (ese deporte que ella tanto ama) junto con Maxi, un pequeño yorkshire que duerme calentito sobre una silla y deja que mi Leidi se coma su comida.
No es raro verla comer, merendar o cenar además de preparar la comida para su familia, mientras controla las facturas de los pedidos o el stock que no acaba de llegar.
Del trabajo Marina ha hecho su religión, con orgullo me cuenta que cuidó "os cuatro nenos" en la tienda ya que sólo estuvo una semana de reposo tras el parto y allí, mientras su marido se dedicaba a la música, cuidó a su suegra, que vivía en el portal contiguo, y a su madre hasta que se fue. Muy agradecida a ésta última por su compañía, ya que le ayudó a cuidar a la última "filla".
Marina es una matriarca que dirige sus comestibles y el corazón de sus hijos e hija, que se turnan para llevar a mamá a casa al cierre, tras la cena, o la acompañan cuando los partidos de fútbol acaban a altas horas, y por supuesto, la tienda sigue abierta.
Comestibles Marina, es el lugar donde se reúnen las amigas, donde se charla, se cuenta, se informa de la vida del barrio, es el lugar donde se cocina, se duerme la siesta, se teje y se hace frente a la soledad. En su tienda hay cajas de galletas que se venden por paquetes y paquetes que se venden por unidades, pero no hay calculadora, no hay tarjetas y sí cuaderno de compras que si lo deseas, como antaño, puedes pagar a final de mes.
Marina es la esencia del barrio y una figura imprescindible en el amanacer y anochecer del mismo, una mujer, que a pesar de un visitante no deseado en su cuerpo, se mantiene al frente de sus cuentas de memoria. Marina no entiende de reconocimientos, ni de fotos de manos con premios pudiendo haber una foto de cuerpo entero...
Por eso Marina ¡esta foto va por tí!
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